TEORÍA DE
LA COMUNICACIÓN
1. LA IDEA DE UNA PRAGMÁTICA
UNIVERSAL:
La pragmática universal de
habermas se basa en la pretensión de que no sólo los rasgos fonéticos,
sintácticos y semánticos de las oraciones, sino también ciertos rasgos
pragmáticos de las emisiones -esto es , no sólo la lengua sino el habla, no sólo
la competencia lingüística sino la competencia comunicativa- admiten una
reconstrucción racional en términos universales.
“La
pragmática universal tematiza las unidades elementales del habla (emisiones) en
la misma actitud que la lingüística tematiza las unidades del lenguaje
(oraciones). La finalidad del análisis reconstructivo del lenguaje es la
descripción explícita de las reglas que un hablante competente tiene que
dominar para formar oraciones gramaticales y emitirlas de forma aceptable...Estamos
suponiendo que la competencia comunicativa tiene un núcleo tan universal como
la competencia lingüística. Una teoría general de los actos de habla
describiría, por tanto, exactamente el sistema fundamental
de reglas que los hablantes adultos dominan en la medida en que
son capaces de cumplir las condiciones de un empleo
afortunado de oraciones en emisiones con independencia del
lenguaje particular al que esas oraciones pertenezcan y de los contextos
contingentes en que tales emisiones estén insertas”
2: LA LÓGICA DEL DISCURSO TEÓRICO:
VERDAD
Actitud cotidiana v/s
actitud teórica; Habermas hace una distinción similar entre dos formas
diferentes de comunicación: la acción comunicativa (interacción) y el
discurso.
Mientras
que en la interacción ordinaria las pretensiones de validez que se vinculan a
cada acto de habla, son aceptadas de forma más o menos ingenua; en
el discurso su validez es considerada hipotética y se tematiza
explícitamente. Por tanto, el discurso representa una cierta ruptura con el
contexto normal de interacción.
El
discurso -idealmente- requiere: “virtualización de las coacciones de la
acción” (un dejar de lado los motivos excepto la disponibilidad de llegar
a un acuerdo racionalmente fundado); y una “virtualización de las pretensiones
de validez” (disponibilidad de suspender el juicio frente a ciertos estado
de cosas). En términos de Habermas, el discurso es esa forma “peculiarmente
improbable” de comunicación en que todos los participantes se someten a sí
mismos a la “coacción no coactiva del mejor argumento” con la
finalidad de llegar a un acuerdo sobre las pretensiones de validez
problemáticas. La suposición que existe es la del “acuerdo
racional” en donde el consenso no es resultado de las peculiaridades de
los individuos o de la situación, sino que el resultado de haberse sometido a
sí mismos al peso de la evidencia y a la fuerza de la argumentación. El
acuerdo es considerado objetivamente válido, es decir, para todos los sujetos
racionales. En este sentido, el discurso es, como Habermas dice, “la condición
de lo incondicionado”.
3: LA LÓGICA DEL DISCURSO PRACTICO:
MORALIDAD, COMUNICACIÓN Y SOCIALIZACION:
Sobre la lógica del discurso teórico: Verdad; Sobre la lógica del
discurso práctico: Moralidad; Comunicación y Socialización. Este capítulo de
cuenta de la teoría de la comunicación en un marco predominantemente
lingüístico, examinando sus implicaciones para la teoría de la verdad, para los
fundamentos de la ética y de la política, y para la teoría de la socialización.
Habermas
distingue: la “autoreflexión” y la “reflexión
trascendental” o “reconstrucción racional” al interior de las condiciones del
habla y de la acción. Su teoría crítica tiene una base normativa.
El proyecto Habermasiano descansa en la posibilidad de proporcionar una
explicación de la comunicación que sea teórica y normativa, más allá de la
hermenéutica, sin ser reducible a una ciencia empírico-analítica estricta